Actitud
Al enfrentarnos a cualquier desafío, actividad o tarea, independiente de la dificultad que tenga, existe un factor crucial que determinará la forma en la que viviremos una determinada situación, incidiendo de gran manera como ayuda o dificultad dependiendo de nuestra disposición, hablamos de la Actitud.
Las palabras y las intenciones pueden tener gran influencia y servir de mucha ayuda en momentos difíciles. Es cierto que muchas frases como “hay que mirar el lado bueno” o “todo va a salir bien” tienden a ser clichés ya que las hemos escuchado demasiadas veces, pero la verdad es que estos mensajes intentan cambiar nuestra actitud, buscan hacer consciente la idea de que siendo positivos nos será más fácil afrontar la adversidad. Sonreír, ser gentil e intentar mantener una buena disposición son los elementos básicos de una actitud personal positiva, elementos que debemos tener en mayor consideración cuando estamos en el ambiente laboral.
Una de las principales razones por la que es importante tener una actitud positiva en el trabajo es porque es algo contagiable, algo que con el tiempo se transmitirá a la gente alrededor tuyo. Los espacios laborales tienden a ser fácilmente afectados por las emociones y actitudes de sus trabajadores, las relaciones interpersonales y las labores se entrelazan alterando los desempeños de todos; la forma en la que nos desenvolvemos jugara un rol crucial en afectar el ambiente en una manera positiva. Es verdad que por tener una actitud positiva no nos volveremos necesariamente mejores en nuestro trabajo, pero si estaremos generando un mejor entorno, donde tendremos mejor recepción de las demás personas, creando mas oportunidades donde la gente estará dispuesta a ayudarnos, acompañarnos y apoyarnos en la tarea de alcanzar nuestras metas.
La Actitud Hace la Diferencia
Entender e identificar dentro de la empresa cuáles son las actitudes positivas y promoverlas, y las negativas e intentar disminuirlas, son las tareas de los líderes y/o jefaturas de la compañía. Un ambiente positivo en el trabajo fomenta la confianza, creatividad y desenvoltura de los colaboradores, comportamientos que traen nuevas ideas, mejores desempeños y sensaciones de agrado hacia el espacio laboral.
La parte difícil es poner en práctica una actitud positiva genuina y mantenerla en el tiempo, para esto algunos consejos pueden ser de gran ayuda:
Sé positivo a través de tus palabras:
sé más atento con las palabras que utilizas y como dices las cosas, intentando emplear más términos positivos que negativos. Empatiza con la actitud y estado emocional de la otra persona, pregúntales como puedes ayudarlos o si tienen algún problema; sonríe, se amable y genuino.
Lidia con las actitudes negativas:
es prácticamente imposible mantener una actitud positiva eternamente, existirán momentos donde sentiremos y viviremos emociones negativas. Cuando estos momentos se presenten debemos hacernos cargo, identificarlos e implementar acciones para prevenir que estos se expandan afectando a los demás colaboradores y al ambiente en general. incluso cuando se trata de una sola persona, pon manos en el asunto para mantener un buen nivel de felicidad laboral
Alienta a los demás:
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